La palabra de instrucción muy larga (VLIW) describe una arquitectura de procesamiento de computadora en la que un compilador de lenguaje o un preprocesador divide la instrucción del programa en operaciones básicas que el procesador puede realizar en paralelo (es decir, al mismo tiempo). Estas operaciones se colocan en una palabra de instrucción muy larga que el procesador puede luego desarmar sin más análisis, entregando cada operación a una unidad funcional apropiada.
VLIW se considera a veces como el siguiente paso más allá de la arquitectura de cálculo de conjuntos de instrucciones reducidos (RISC), que también funciona con un conjunto limitado de instrucciones relativamente básicas y, por lo general, puede ejecutar más de una instrucción a la vez (una característica a la que se hace referencia como superescalar ). La principal ventaja de los procesadores VLIW es que la complejidad se traslada del hardware al software, lo que significa que el hardware puede ser más pequeño, más barato y requerir menos energía para funcionar. El desafío es diseñar un compilador o preprocesador que sea lo suficientemente inteligente como para decidir cómo construir las palabras de instrucción muy largas. Si se realiza un preprocesamiento dinámico mientras se ejecuta el programa, el rendimiento puede ser un problema.
La familia de procesadores Crusoe de Transmeta utiliza palabras de instrucción muy largas que son ensambladas por un preprocesador ubicado en un chip de memoria flash. Debido a que el procesador no necesita tener la capacidad de descubrir y programar operaciones en paralelo, el procesador contiene solo aproximadamente una cuarta parte de los transistores de un procesador regular. El menor requisito de energía permite que las computadoras basadas en la tecnología Crusoe funcionen con batería casi todo el día sin recargarlas. Los procesadores Crusoe emulan el conjunto de instrucciones del procesador x86 de Intel. En teoría, los preprocesadores podrían diseñarse para emular otras arquitecturas de procesadores.