El ciber vigilantismo es una aproximación aproximada de la aplicación de la ley o un intento de lograr justicia o lograr algo en línea a través de canales no autorizados. Los actos de vigilancia cibernética son realizados por personas o grupos en línea autoproclamados que emplean tácticas ilegales o cuestionables para lograr un fin determinado. Los ciberdelincuentes a veces se denominan vigilantes de Internet.
Los hackers de sombrero blanco a veces se encargan de difundir virus y gusanos éticos o amigables. En este caso, el vigilante quiere abordar las vulnerabilidades de seguridad que no están siendo abordadas adecuadamente por las medidas de seguridad convencionales. Sin embargo, el malware que propagan puede causar tantos problemas como mejorar. Por ejemplo, un virus amigable puede cerrar un agujero de seguridad en el software que se dejó abierto intencionalmente y que podría ser necesario para que la aplicación funcione.
Anonymous es un excelente ejemplo de un grupo de ciberdelincuentes. El colectivo hacktivista poco organizado se creó para promover la libertad de expresión, el acceso sin obstáculos a la información y la transparencia en las actividades gubernamentales y corporativas. Con ese fin, el grupo a menudo lanza ataques DoS en sitios web, entre otras actividades. A raíz de los ataques terroristas de 2015 en París, por ejemplo, la organización lanzó una campaña sostenida contra ISIS y desconectó a 5,000 miembros en unos días. Otro grupo de ciberdelincuentes, WikiLeaks, se dedica a hacer pública información que de otro modo no estaría disponible de forma generalizada.