Vehículo a infraestructura (V2I o v2i)

Vehículo a infraestructura (V2I o v2i) es un modelo de comunicación que permite a los vehículos compartir información con los componentes que respaldan el sistema de carreteras de un país. Dichos componentes incluyen cámaras y lectores RFID aéreos, semáforos, marcadores de carril, farolas, señalización y parquímetros. La comunicación V2I suele ser inalámbrica y bidireccional: los datos de los componentes de la infraestructura se pueden enviar al vehículo a través de una red ad hoc y viceversa. Similar a comunicación de vehículo a vehículo (V2V), V2I utiliza frecuencias dedicadas de comunicación de corto alcance (DSRC) para transferir datos.

En un sistema de transporte inteligente (ITS), los sensores V2I pueden capturar datos de infraestructura y brindar a los viajeros avisos en tiempo real sobre aspectos como las condiciones de la carretera, la congestión del tráfico, los accidentes, las zonas de construcción y la disponibilidad de estacionamiento. Asimismo, los sistemas de supervisión de la gestión del tráfico pueden utilizar la infraestructura y los datos del vehículo para establecer límites de velocidad variables y ajustar la fase y el tiempo de las señales de tráfico (SPaT) para aumentar la economía de combustible y el flujo de tráfico. El hardware, software y firmware que hace la comunicación entre los vehículos y la infraestructura vial es una parte importante de todas las iniciativas de vehículos autónomos. 

En enero de 2017, el Departamento de Transporte de EE. UU. Anunció la guía V2I de la Administración Federal de Carreteras (FHA) destinada a mejorar la seguridad y la movilidad mediante la aceleración del despliegue de los sistemas de comunicación V2I. La guía tiene como objetivo ayudar a los gobiernos estatales y locales a prepararse para adaptar las iniciativas del vehículo a la infraestructura y administrar los datos que lo respaldan. Una preocupación importante es la financiación, que probablemente genere un cambio de la financiación pública a través de impuestos sobre el combustible y carreteras de peaje a una asociación más público-privada que incluya a los fabricantes de automóviles que se beneficiarán del acceso a los macrodatos que crea V2I.