Robótica en la nube

La robótica en la nube es el uso de recursos informáticos remotos para permitir una mayor memoria, potencia computacional, aprendizaje colectivo e interconectividad para aplicaciones robóticas.

Cuando las demandas computacionales o de almacenamiento exceden la capacidad a bordo de un robot, se descargan a la nube, donde los recursos masivos de un centro de datos pueden complementar sus recursos locales limitados. La robótica en la nube también representa un avance significativo para el aprendizaje de robots. Mientras que un robot puede tardar 150 horas en aprender una tarea utilizando sus propios recursos de inteligencia artificial (IA), el esfuerzo colaborativo de 150 robots que aprenden diferentes partes de una tarea podría completar la tarea en una hora.

Con una conexión Wi-Fi a recursos basados ​​en la nube, un robot puede acceder a una amplia biblioteca de objetos conocidos para identificar cosas en su entorno. El reconocimiento de objetos ayuda a un robot a realizar mejor tareas como clasificar, limpiar y usar electrodomésticos. Depender de la nube para obtener recursos también significa que el robot en sí puede ser más simple, eliminando la costosa energía informática y el consumo de energía eléctrica y de refrigeración asociados. Debido a esta descarga, los robots conectados a la nube tienen menores requisitos de batería y, en general, son más livianos y menos costosos. La robótica en la nube se usa generalmente para tareas que no requieren ejecución en tiempo real, preservando los recursos locales para aplicaciones con limitaciones de tiempo exigentes.

La conexión a la nube elimina la necesidad de que un robot aprenda una tarea que tiene cualquier otro robot conectado: puede descargar la información necesaria en lugar de tener que palpar u observar cómo hacer una tarea. Esta interconexión también puede ayudar a los robots a trabajar juntos de manera más fluida, coordinando sus tareas automáticamente.

Los coches autónomos de Google son un tipo de robot conectado a la nube. Los coches autónomos acceden a datos de Google Maps e imágenes almacenadas en la nube para reconocer su entorno. También recopilan información sobre las condiciones del tráfico y la carretera y la envían a la nube.

Otro ejemplo es Romo, un robot de bajo costo ($ 150) conectable a la nube que se mueve sobre una base con ruedas que alberga una batería. Un iPhone proporciona potencia computacional y su cámara, micrófono y parlantes. El factor de computación en la nube hace que el robot sea más capaz de reconocer su entorno. Romos puede usarse para jugar o puede usarse para telepresencia, lo que permite que un operador humano esté virtualmente presente en una ubicación remota.

Vea la conferencia de Ken Goldberg sobre robótica en la nube: