Una entrevista de estadía es una reunión organizada entre un gerente y un empleado existente para revisar las razones por las que el empleado permanece en la empresa y buscar inquietudes que puedan influir en que el empleado se vaya. Una entrevista de estadía tiene como objetivo identificar las fortalezas y debilidades de una empresa relacionadas con la experiencia y satisfacción de los empleados, lo que puede ayudar con la retención y el reclutamiento de empleados.
Las entrevistas de estadía a menudo se consideran lo opuesto a una entrevista de salida, en la que el empleado es entrevistado después de decidir dejar la organización. Las entrevistas permanentes adoptan un enfoque proactivo, a veces corrigiendo pequeños problemas antes de que se conviertan en problemas graves. Por el contrario, las entrevistas de salida son un enfoque correctivo para identificar problemas que ya han causado pérdidas de empleados y que también pueden afectar la moral y la productividad en general.
Los empleadores pueden optar por realizar entrevistas de estadía para mejorar la relación empleado-empleador y utilizar las comunicaciones periódicas para generar confianza. El esfuerzo por comprender lo que disfrutan los empleados y la voluntad de escuchar sus inquietudes también puede mejorar la satisfacción y la seguridad de los empleados, siempre que los empleados se sientan libres de comunicar sus inquietudes sin repercusiones negativas.