La prueba de GUI es el proceso de garantizar la funcionalidad adecuada de la interfaz gráfica de usuario (GUI) para una aplicación determinada y asegurarse de que se ajuste a sus especificaciones escritas.
Además de la funcionalidad, las pruebas de GUI evalúan elementos de diseño como diseño, colores, fuentes, tamaños de fuente, etiquetas, cuadros de texto, formato de texto, leyendas, botones, listas, iconos, enlaces y contenido. Los procesos de prueba de GUI pueden ser manuales o automáticos y, a menudo, los realizan empresas de terceros, en lugar de desarrolladores o usuarios finales.
Las pruebas de GUI pueden requerir mucha programación y requieren mucho tiempo, ya sean manuales o automáticas. Por lo general, el autor del software escribe la función prevista de un menú o botón gráfico para mayor claridad, de modo que el evaluador no se confunda en cuanto al resultado esperado. Las pruebas de GUI también tienden a probar ciertos comportamientos del programa que los usuarios esperan, como un reloj de arena cuando el programa está ocupado, la tecla F1 que muestra el sistema de ayuda y muchos otros detalles comunes.