El posicionamiento del producto es la presentación personalizada de un producto o marca para un grupo demográfico específico. El objetivo del posicionamiento del producto es mostrar el producto de la mejor manera para los consumidores objetivo.
En la investigación de mercado, los consumidores a menudo se segregan en grupos como la edad, el género o los ingresos. Los anunciantes reconocen sus objetivos de consumo en estos grupos e intentan crear imágenes y mensajes que resuenen con estas audiencias. Al comprender las necesidades de una base de clientes, una marca puede intentar crear mensajes que demuestren que su producto ayuda a satisfacer sus necesidades mejor que la competencia.
El posicionamiento del producto implica publicidad física como exhibiciones, empaques y cobertura en los medios. Sin embargo, el esfuerzo consiste en posicionar un producto en la mente de los consumidores objetivo, a los que puede resultar difícil llegar dada la cantidad de información que las personas consumen a diario. El posicionamiento del producto intenta crear un mensaje de audio, visual o textual para que los clientes objetivo lo absorban y recuerden fácilmente. Estos mensajes intentan convencer a los consumidores de por qué el producto debe considerarse por encima de sus competidores.
Las empresas y los anunciantes dedican una cantidad considerable de tiempo, dinero, pensamiento y esfuerzo a garantizar que el posicionamiento de un producto llegue a su público objetivo. Estos esfuerzos pueden incluir investigación de encuestas, paneles de consumidores y grupos focales. Las redes sociales también se han convertido en un tesoro de información para investigar las necesidades y opiniones de los consumidores. Con el conocimiento de la perspectiva del cliente, se puede crear publicidad para un posicionamiento adecuado del producto que sea consistente con la esencia de la marca.