El marketing de descubrimiento es la práctica de facilitar que los clientes o clientes potenciales encuentren productos cuando los buscan activamente o han demostrado que los necesitan.
La optimización de motores de búsqueda (SEO) es un ejemplo simple de marketing de descubrimiento. Las empresas modifican elementos de sus sitios web para mejorar su SEO y, como resultado, sus sitios tienen una clasificación más alta en las páginas de resultados de los motores de búsqueda (SERP) para que alguien que esté buscando un producto que vendan vea su sitio antes que el de la competencia.
En un enfoque más sofisticado conocido como marketing contextual, a las personas se les presentan anuncios basados en su comportamiento de navegación reciente. Por ejemplo, a alguien que lea reseñas de automóviles de gama media y un artículo sobre modelos de bajo consumo de combustible se le puede presentar publicidad de automóviles híbridos y biocombustibles.
El marketing de descubrimiento está destinado a ser menos intrusivo que los modelos más antiguos, como las campañas publicitarias por correo electrónico y televisión, que a veces se denominan marketing de interrupción. Sin embargo, algunas personas se sienten incómodas con la idea de que las empresas estén mirando sus comunicaciones en línea con el fin de venderles productos.
El marketing de descubrimiento es un componente del CRM digital.