La ley de Hick es un principio psicológico que establece que cuantas más opciones tenga una persona, más tiempo le llevará tomar una decisión sobre cuál es la mejor opción. La ley de Hick también se conoce a veces como la ley de Hick-Hyman.
Nombrada en honor a los psicólogos William Edmund Hick y Ray Hyman, la ley proporciona una función logarítmica que modela el tiempo de reacción (RT) requerido para tomar una decisión:
RT = a + b log2 (n)
En esta función, n es el número de opciones mientras a y b son constantes que dependen de las circunstancias de la decisión que se toma.
La ley de Hick solo se aplica a situaciones en las que las decisiones son simples o se basan en reacciones rápidas. Por ejemplo, un experimento mostró que era más probable que los clientes compraran frascos de mermelada cuando se mostraban seis sabores que cuando había 24, porque tomar la difícil decisión cuando había demasiados sabores disuadía a los compradores potenciales. Por el contrario, una decisión que requiera más reflexión o investigación no se verá afectada, como elegir un restaurante para comer o una pregunta de opción múltiple en un examen.
La ley de Hick se utiliza a menudo en el diseño de la experiencia del usuario. Los diseñadores a menudo utilizan el principio "Mantenlo simple, estúpido" para evitar abrumar a los usuarios potenciales o visitantes del sitio web. Esto es especialmente importante para los sitios web al planificar los menús de navegación. Tener demasiados enlaces dificulta la búsqueda de la categoría que el usuario está buscando y desalienta su permanencia en el sitio web.
Una forma de evitar este problema, si es necesario tener muchas opciones para el propósito del sitio web, es categorizar las opciones. Agruparlos juntos reduce los elementos de la lista, lo que hace que sea mucho más fácil para el usuario encontrar lo que está buscando y tomar una decisión más rápido.