Inteligencia a bordo

La inteligencia a bordo es el uso de inteligencia artificial (IA) que se encuentra localmente en el dispositivo que opera.

El uso de la inteligencia a bordo ayuda a adaptarse a los usos de la IA donde la descarga de recursos externamente es problemática. Tales situaciones incluyen entornos remotos y aquellos en los que la conectividad o la entrega de energía son un problema. Si bien la inteligencia a bordo a menudo es accesible a través de la web, a menudo se centra en las capacidades de operación autónoma.

A menudo, las implementaciones de IA utilizan recursos informáticos locales y remotos para permitir una mayor potencia de procesamiento. Esta separación de recursos puede reducir el consumo de energía local. También se pueden separar por motivos de movilidad o de duración de la batería.

La movilidad es una preocupación importante en las aplicaciones automotrices de inteligencia a bordo. Como los vehículos no pueden confiar en la capacidad de conectarse adecuadamente para el funcionamiento de la potencia informática remota, los vehículos de conducción autónoma funcionan con inteligencia integrada. La localización de la IA a través de la inteligencia integrada permite la confiabilidad en decisiones de vida o muerte en una fracción de segundo que debe tomar la próxima tecnología.

Por otro lado, este enfoque dividido limita dónde se puede utilizar la IA. La NASA, por ejemplo, ha creado una solución de inteligencia a bordo para el espacio llamada Frontier. Frontier es lo que se llama un motor de decisiones inteligente. Aunque sigue siendo lo suficientemente simple como para albergar la inteligencia a bordo localmente, Frontier puede aprender a tomar mejores decisiones basadas en la experiencia. Esta capacidad de aprendizaje hace que Frontier y otra inteligencia a bordo sean más adaptables a entornos inciertos como el espacio u otros.

Los drones de uso comercial también pueden beneficiarse de la inteligencia artificial a bordo para permitir operaciones autónomas. Incluso en embarcaciones que no se operan de forma autónoma, la inteligencia a bordo puede ser un respaldo para ayudar a garantizar que la embarcación no falle en su entrega o misión en caso de pérdida de conectividad.