Impresión 3-D (fabricación aditiva)

La impresión 3D es un proceso de fabricación que crea capas para crear un objeto sólido tridimensional a partir de un modelo digital.

Para imprimir un objeto 3-D, el fabricante utiliza un programa de diseño asistido por computadora (CAD) para crear un modelo digital que se corta en secciones transversales muy delgadas llamadas capas. Durante el proceso de impresión, la impresora 3-D comienza en la parte inferior del diseño y acumula capas sucesivas de material hasta que el objeto está terminado.

En el pasado, el costo de la impresión 3D era caro y la tecnología solo la usaban las grandes corporaciones, pero el desarrollo de las impresoras 3D de escritorio ha hecho que la tecnología sea más accesible para pequeñas y medianas empresas y usuarios domésticos. Hoy en día, las impresoras 3-D se utilizan para crear cualquier cosa, desde un nuevo juguete o una pieza de motocicleta hasta la fabricación de prototipos con fines de prueba. Antes de que existieran las impresoras 3-D, la creación de un prototipo requería mucho tiempo y era costoso, requiriendo artesanos capacitados y maquinaria específica. En lugar de enviar instrucciones de modelado a una empresa de producción, los avances en la impresión 3-D han permitido a las empresas subcontratar la producción de prototipos de forma regular. 

A Michael Feygen se le atribuye el desarrollo de la primera impresora 3D en 1985. La impresión 3D es conocida por muchos nombres; Dependiendo del contexto, el término también puede denominarse creación rápida de prototipos, estereoligografía, modelado arquitectónico o fabricación aditiva. Diferentes impresoras 3D utilizan diferentes materiales para construir capas. Algunos usan polímero líquido o gel; otros usan resina, que tiende a ser más cara. 

La ZPrinter 450 es una impresora de inyección de tinta 3D automatizada para oficinas. Este comercial demuestra cómo construye prototipos.