El flujo, en el contexto de la psicología, es un estado de intenso compromiso, concentración y satisfacción en el momento presente y la actividad actual. A veces denominados "en la zona", se sabe que los estados de flujo mejoran la creatividad y el rendimiento y provocan la innovación. Las experiencias se consideran lo suficientemente profundas como para mejorar la satisfacción general del individuo en la vida.
Aunque las experiencias de flujo se han observado durante miles de años, Mihály Csíkszentmihályi acuñó el término en 1975. El psicólogo estaba entrevistando a artistas sobre su tendencia a estar tan absortos en su trabajo que perdieron la conciencia de cualquier otra cosa, incluidas las necesidades básicas de comida, agua y dormir. El término fluir surgió de la forma en que muchos de los artistas describieron la experiencia como si fueran llevados por una corriente de agua.
En su charla TED de 2004, Csíkszentmihályi explicó el fenómeno en función de los límites del procesamiento cognitivo: la concentración intensa en la actividad en cuestión impide la capacidad de otros procesos, como la rumia o la conciencia del hambre. El primer y más integral elemento de una experiencia de flujo es la absorción intensa que excluye la multitarea, el soñar despierto o la atención a otros asuntos. El individuo está trabajando al límite de sus capacidades, imaginando pasos hacia adelante casi simultáneamente con la acción. La actividad es intrínsecamente agradable y hay una sensación de falta de esfuerzo. La satisfacción en las acciones y la retroalimentación interna inmediata sobre su éxito también son placenteras. La detección temporal se altera de modo que, típicamente, transcurre mucho más tiempo durante una experiencia de flujo de lo que el individuo hubiera estimado.
Las experiencias de flujo se han estudiado y aplicado para informar muchas áreas de esfuerzo, incluido el crecimiento personal, la psicología en el lugar de trabajo, la terapia metacognitiva, la música, los deportes, la educación, el entrenamiento de atención plena, el diseño de juegos y los videojuegos. Aunque la capacidad de experimentar el flujo varía de un individuo a otro, el fenómeno puede fomentarse mediante enfoques como el entrenamiento de la atención, la meditación, el mantenimiento de la curiosidad, la dedicación al aprendizaje permanente y la exploración de qué tipos particulares de actividades fluyen para usted.