Fisonomía

La fisonomía es una pseudociencia basada en asociar características y rasgos personales con diferencias físicas y especialmente con elementos del rostro de las personas. La palabra se deriva de la palabra griega antigua para naturaleza, physis, y la de juez, gnomon.

Un ejemplo común de fisonomía es la correlación de la ceja alta con la inteligencia y una mayor afinidad por las artes. Otros vestigios de la fisonomía incluyen la expresión "engreído", que proviene de la teoría de que las personas con la nariz hacia arriba tienen una actitud desdeñosa con el término "cabeza dura" para describir la estupidez. No existe evidencia válida para esas asociaciones o para cualquier otra afirmación de fisonomía.

Los orígenes de la fisonomía se remontan al menos al año 500 a. C., cuando Pitágoras, el filósofo y matemático griego, seleccionó a sus estudiantes en función de si su fisonomía indicaba o no que tenían dotes intelectuales. Aristóteles escribió que una cara ancha indicaba estupidez, mientras que una cara redonda indicaba coraje.

A mediados del siglo XIX, Casare Lombroso, un científico italiano, promovió la idea de que los criminales eran retrocesos genéticos y que podían ser identificados por una serie de características físicas que incluían narices de halcón, labios carnosos, frentes bajas e inclinadas, aplastadas o vueltas hacia arriba. narices y brazos más largos que el promedio.

La fisonomía está disfrutando actualmente de un resurgimiento, al menos en parte debido al desarrollo de la inteligencia artificial y las tecnologías de análisis de big data. Los defensores afirman que la capacidad de las tecnologías avanzadas para detectar diferencias mínimas y correlacionar grandes volúmenes de datos podría conducir a inferencias más válidas. Los críticos, por otro lado, argumentan que es probable que el sesgo humano conduzca a resultados defectuosos.

A fines de 2016, Xiaolin Wu, profesor de la Universidad McMaster y Xi Zhang de la Universidad Jiao Tong de Shanghai, publicaron un artículo, "Inferencia automatizada sobre la criminalidad mediante imágenes faciales". El documento sugirió que los algoritmos de aprendizaje automático podrían determinar qué individuos en una colección de fotos escaneadas podrían ser delincuentes, únicamente en función de sus características físicas. En el resumen del artículo, los autores admitieron que el software dependía inevitablemente de las percepciones humanas, que se sabe que son propensas a errores. Sin embargo, continuaron diciendo que "nuestras evidencias empíricas apuntan a la posibilidad de entrenar algoritmos de aprendizaje automático, utilizando ejemplos de imágenes faciales, para predecir los rasgos de personalidad y la propensión al comportamiento". Desde entonces, el artículo se eliminó de ArXiv, el repositorio donde se publicó, y los autores han publicado una respuesta a los críticos que están de acuerdo, por ejemplo, con la necesidad de "vigilar la investigación de la IA por el bien de la sociedad".

La frenología, una variación de la fisonomía, se basa en asociar características personales con medidas del cráneo.