El dilema del prisionero

El dilema del prisionero es un escenario de teoría de juegos que modela riesgos y estrategias para tomar decisiones en la competencia. Los competidores pueden, a través de la confianza y la cooperación, producir la solución potencial óptima para ambos jugadores. Por el contrario, pueden correr más riesgos para potencialmente obtener una mejor recompensa mientras que a sus competidores les va peor. El juego de suma distinta de cero tiene aplicaciones en los negocios, la economía, la política, la sociología, la psicología y otros campos.

Aquí está la situación: dos cómplices han sido arrestados por un delito pero ninguno ha confesado. Los dos no tienen medios de comunicación y no han discutido de antemano qué harán si son detenidos. La policía los interroga por separado, ofreciendo tres alternativas: si ambos confiesan, cada uno enfrentará una sentencia de dos años. Si solo uno confiesa y acepta testificar contra su cómplice, ese individuo quedará en libertad y el cómplice será encarcelado por tres años. Si ninguno confiesa, ambos serán acusados ​​de un delito menor y ambos irán a la cárcel por un solo año.

Al cuantificar los beneficios potenciales de cada decisión, el dilema del prisionero ilustra claramente que el mejor resultado general, en términos del total de años cumplidos, resulta de la cooperación en lugar de perseguir el interés propio. Un individuo puede confesar, esperando que su cómplice no haya tomado la misma decisión y que él sea puesto en libertad. Sin embargo, el riesgo es que su cómplice también hubiera confesado y ambos podrían terminar con una sentencia de dos años cuando en su lugar podrían haber cumplido un solo año. Además, si una persona confiesa y testifica en contra de su cómplice, el confesor puede enfrentarse a represalias y también puede tener dificultades para encontrar compañeros en el delito en el futuro, ya que puede ser considerado indigno de confianza.

El dilema del prisionero también ilustra por qué las personas a menudo no cooperan incluso cuando es lo mejor para ellos. Por ejemplo, algunos podrían decidir que la recompensa potencial por la elección más egoísta (libertad inmediata para confesar y aceptar testificar) hace que el riesgo valga la pena. Los precios predatorios y otras prácticas comerciales sin escrúpulos son análogas a esa estrategia.

Melvin Dresher y Merrill Flood desarrollaron el escenario del dilema del prisionero en Rand Corporation en 1950. Albert William Tucker, un matemático de Princeton, le dio su nombre al escenario. Otro concepto de teoría de juegos, la cooperación, se concibió para ayudar a determinar cuándo la cooperación entre competidores sería más beneficiosa.