El efecto Proteus es la tendencia de las personas a verse afectadas por sus representaciones digitales, como avatares, perfiles de sitios de citas y personas de redes sociales.
Normalmente, el comportamiento de las personas cambia de acuerdo con sus representantes digitales. Por ejemplo, en un videojuego, es probable que alguien que crea un avatar basado en un guerrero vikingo actúe con más audacia dentro del juego.
La investigación sugiere que el efecto también se extiende a la vida real del jugador. Un estudio en el Laboratorio de Interacción Humana Virtual de la Universidad de Stanford encontró que los jugadores en un juego de realidad virtual inmersiva a los que se les asignaron avatares de superhéroes tenían más probabilidades de ser útiles después. Otros estudios han producido resultados similares en una variedad de otros contextos.
Se está explorando la capacidad del efecto Proteus para aplicaciones terapéuticas que incluyen la modificación del comportamiento, la desensibilización de la fobia y el empoderamiento personal, entre otras posibilidades.
En la mitología griega, a veces se conocía a Proteo como el dios del escurridizo cambio de mar porque se transformó para evadir la captura. De Proteus obtenemos el adjetivo proteico, sentido adaptable, versátil or capaz de tomar muchas formas.