El efecto Mandela es un fenómeno observado en el que un gran segmento de la población recuerda mal un evento significativo o comparte un recuerdo de un evento que en realidad no ocurrió. Fiona Broome, una investigadora paranormal, acuñó el término para describir la memoria falsa colectiva cuando descubrió que un número significativo de personas en una conferencia a la que asistía en 2010 compartían su recuerdo de que Nelson Mandela había muerto en prisión durante la década de 1980. De hecho, el ex presidente de Sudáfrica salió de prisión en 1990 y estaba muy vivo en el momento de la conferencia.
Según los entusiastas de la teoría cuántica, el efecto Mandela presenta evidencia de que el multiverso existe. Esta creencia se basa en la idea de que dentro de cada universo, las realidades paralelas y las versiones alternativas de eventos y objetos están presentes y se mezclan con la línea de tiempo. En psicología, sin embargo, el efecto a veces se compara con el déjà vu y puede explicarse por la capacidad humana para la confabulación: una distorsión involuntaria de la memoria. Los recuerdos confabulados, que a menudo se asocian con los lóbulos frontales del cerebro, pueden parecer tan claros y detallados como los eventos que realmente sucedieron y que no fueron creados intencionalmente para engañar.
Otras personas creen que el efecto Mandela está relacionado con conspiraciones que involucran al Gran Colisionador de Hardon (LHC) y la ruptura del continuo espacio-tiempo o las teorías de la Tierra plana. Aún así, otros creen que el efecto Mandela es causado por simples trucos de la mente.
El efecto Mandela es relevante para la gestión de proyectos y los recursos humanos, así como para otras áreas de negocio. La documentación cuidadosa es esencial para garantizar que los detalles de los acuerdos estén claramente especificados y no estén abiertos a interpretación. En los casos en que no se respeten los detalles especificados, la documentación puede servir como prueba del acuerdo original.
Características del efecto Mandela
Una característica importante que diferencia entre el Efecto Mandela y las teorías de la conspiración es que el Efecto Mandela no intenta dar ni encontrar ninguna respuesta.
Otras características más específicas del efecto Mandela incluyen:
- la ocurrencia de recuerdos falsos;
- falsa contextualización de un hecho ocurrido;
- ignorancia de la lingüística o recordar palabras escritas incorrectamente y
- distorsión de los recuerdos existentes.
La mayoría de las veces, los recuerdos de eventos u objetos que están sujetos al efecto Mandela no son lo suficientemente importantes como para alterar el curso de la historia humana si fueran ciertos. Sin embargo, son lo suficientemente profundos como para crear pánico entre las personas que luchan por aceptar la verdad.
Internet ha desempeñado un papel importante para facilitar la propagación del efecto Mandela al compartir información, lo que permite que los conceptos erróneos y los recuerdos falsos ganen terreno. Las personas pueden formar grupos sociales o comunidades basadas en su falsedad común, lo que hace que su imaginación parezca más fáctica.
Ejemplos del efecto Mandela
Los ejemplos comunes del efecto Mandela incluyen clientes que tienen recuerdos de entregables y requisitos que el proveedor nunca prometió y empleados que completan asignaciones que no se parecen a lo que se les pidió que hicieran porque no recuerdan los detalles correctamente.
Otros ejemplos específicos incluyen la cita del cuento de hadas Blancanieves que la mayoría de la gente cree que dice "Espejo, espejo en la pared", pero que en realidad es "Espejo mágico en la pared". Las películas de Star Wars encuentran una circunstancia similar del Efecto Mandela con la cita: "Luke, soy tu padre". La línea real dice: "No, soy tu padre".
Además, muchas personas tienen en conjunto recuerdos falsos de cómo se escribe el título de la serie de libros Berenstain Bears. La mayoría de la gente recuerda el nombre como los Osos Berenstein, usando una 'e' en lugar de la 'a' correcta en la última parte del nombre. De manera similar, muchas personas creen que el nombre de la popular marca de perros calientes Oscar Mayer se escribe Oscar Meyer, usando una 'e' en el apellido en lugar de la 'a' adecuada.