El efecto piel es una tendencia de la corriente alterna (CA) a fluir principalmente cerca de la superficie exterior de un conductor eléctrico, como un cable metálico. El efecto se vuelve cada vez más evidente a medida que aumenta la frecuencia.
El principal problema con el efecto piel es que aumenta la resistencia efectiva de un cable de CA a frecuencias moderadas a altas, en comparación con la resistencia del mismo cable a corriente continua (CC) y bajas frecuencias de CA. El efecto es más pronunciado en sistemas de radiofrecuencia (RF), especialmente antenas y líneas de transmisión. Pero también puede afectar el rendimiento de los equipos de sonido de alta fidelidad al provocar una atenuación en el rango de agudos (los componentes de audio de tono más alto).
En grandes conjuntos de antenas de RF, se pueden usar tubos huecos en lugar de varillas sólidas con poca o ninguna pérdida de eficiencia; en este sentido, el efecto piel es una ventaja. También trabaja a favor del uso de alambre de acero revestido de cobre para antenas más modestas. Dicho alambre es mecánicamente más fuerte que el cobre sólido o trenzado, porque el acero tiene una mayor resistencia a la tracción que el cobre. El efecto piel hace que la mayor parte de la corriente fluya a través del revestimiento de cobre, que es un mejor conductor eléctrico que el acero.
El efecto piel ocurre con breves pulsos de corriente, por las mismas razones que ocurre a altas frecuencias de CA.
Consulte también amperios por metro cuadrado, corriente y radiofrecuencia (RF).