Delito de desempeño

Un delito de actuación es un acto ilegal que se comete con la intención de ser presenciado por una audiencia o buscar una audiencia posteriormente. Por lo general, en los delitos de desempeño contemporáneo, el perpetrador graba un video del crimen o hace que otra persona lo grabe y luego publica el video en un sitio de redes sociales como Facebook, YouTube o Twitter.

El delito de desempeño puede tomar muchas formas diferentes. Los ejemplos incluyen un pirata informático que documenta un ataque cibernético que derriba un sitio web, un atacante que graba una agresión sexual y un adolescente que graba en video un delito de acoso cibernético. De particular preocupación son los delitos violentos. En abril de 2017, Steve Stephens subió un video a Facebook del asesinato de Robert Godwin Sr., un anciano que aparentemente fue elegido al azar. El video estuvo en vivo en el sitio durante dos horas antes de ser eliminado, y el caso aumentó la conciencia pública sobre los delitos de desempeño.

Otros ejemplos:

En 2013, un adolescente de Ottawa hizo llamadas de amenaza de bomba a escuelas de toda América del Norte. Compartió detalles de las llamadas en una serie de publicaciones en Twitter, lo que condujo a su arresto.

En 2015, Vester Lee Flanagan grabó el tiroteo de dos ex compañeros de trabajo y publicó un video en Twitter.

En 2017, cuatro personas en Chicago transmitieron en vivo la tortura de un adolescente a Facebook.

Los delincuentes que buscan atención no es nada nuevo. Ray Surette, profesor del departamento de justicia penal de la Universidad de Florida Central, escribió sobre el fenómeno en su artículo, "Performance Crime and Justice". Como dijo Surette en una entrevista con ABC News después del asesinato de Robert Godwin, "siempre ha habido personas que cometen delitos con una audiencia en mente". Sin embargo, lo que es diferente ahora es la facilidad con la que las redes sociales les permiten a esas personas obtener su documentación de delitos frente a una gran audiencia.

Según Surette, los factores en el desarrollo de los delitos de actuación incluyen el auge de la cultura de las celebridades en el siglo XX, que se extiende a los delincuentes famosos, el objetivo de alcanzar la fama y la prevalencia de las redes sociales. Surette sostiene además que, en la mente del perpetrador, la existencia de una audiencia para los delitos de actuación los legitima y los hace socialmente aceptables. Aún más preocupante, puede tener el mismo efecto en la audiencia.