Una cultura de mercado es un tipo de cultura corporativa que enfatiza la competitividad no solo entre la organización y sus competidores en el mercado, sino también entre los empleados.
El modelo de mercado es el más agresivo y capitalista de los cuatro modelos de cultura corporativa comunes. Se anima a los empleados a que se fijen metas difíciles y se esfuercen por alcanzarlas. El desempeño de los empleados se supervisa de cerca y, a menudo, se recompensa o castiga directamente. Se cree que el énfasis en el desempeño individual conduce a un mayor logro para el empleado individual y, como resultado, a un mayor éxito para la organización.
Los críticos del modelo de mercado, por otro lado, argumentan que el énfasis en los logros individuales puede promover la deshonestidad y un ambiente de trabajo desagradable y, por lo tanto, improductivo.
Estas son las características básicas de los otros tres modelos:
- Una cultura corporativa jerárquica tiene una estructura organizativa bastante rígida y fija.
- Una adhocracia se basa en la capacidad de adaptarse rápidamente a las condiciones cambiantes.
- Una cultura de clan es un entorno similar a una familia o una tribu que valora el consenso y la comunidad de valores y metas.