Las comunicaciones fuera del horario laboral son correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas, mensajes de redes sociales y otras comunicaciones relacionadas con el trabajo que se transmiten cuando un empleado no está trabajando oficialmente. En general, se entiende que el término se aplica a horarios fuera del horario laboral, que pueden ser específicos, como de nueve a cinco, o en cualquier momento más allá del acuerdo contractual del empleado, como 40 horas a la semana.
Las tendencias actuales de la informática móvil y el teletrabajo significan que los empleados a menudo trabajan desde casa, en cafeterías, hoteles y aeropuertos, entre muchas otras posibilidades. Los empleados pueden ser accesibles a través de múltiples canales durante gran parte de sus días y noches. Sin embargo, recibir y responder a comunicaciones relacionadas con el trabajo dificulta la distinción entre horas de trabajo y tiempo libre. También es difícil calcular la cantidad de tiempo que toman las comunicaciones fuera de horario, ya que tienden a ser intermitentes y esporádicas.
Además, esos mensajes tienen un efecto mayor en el empleado que solo el tiempo que lleva comunicarse. Según la ciencia de la interrupción, los empleados suelen tardar 23 minutos en volver por completo a lo que estaban haciendo después de una interrupción, y es probable que esto sea tan cierto para una noche con la familia como para las tareas relacionadas con el trabajo.
Para evitar el agotamiento de los empleados, la mejor práctica es definir claramente en qué consisten las horas libres dentro de una organización y hacer que la política corporativa sea abstenerse de enviar comunicaciones en esos momentos.