La computación líquida es la capacidad para que los datos y las aplicaciones se mantengan consistentes y actuales en múltiples dispositivos para que el usuario pueda, por ejemplo, dejar de trabajar en un documento en un escritorio antes de salir de la oficina y comenzar desde el mismo punto en una tableta desde otra ubicación. .
En un escenario de computación líquida, los datos y el flujo de trabajo siguen a los usuarios de un dispositivo a otro y las conexiones permanecen fluidas. Esa capacidad es útil en el entorno BYOD empresarial actual (traiga su propio dispositivo), en el que los trabajadores se conectan cada vez más en varios dispositivos y desde múltiples ubicaciones.
Uno de los principales obstáculos para la computación líquida son los sistemas cerrados de la mayoría de los proveedores. Actualmente, algunas aplicaciones y configuraciones pueden seguir a un usuario en los dispositivos de algunos proveedores. La función Handoff de Apple, por ejemplo, permite que un usuario se mueva sin problemas de un iMac a un Macbook a un iPad. Google hace posible una funcionalidad similar en los sistemas basados en Chrome y Android al igual que Microsoft en los sistemas Windows 10. Esa capacidad se habilita a través de conjuntos de API que se utilizan en el desarrollo de software. Compartir API con competidores podría, al menos en teoría, permitir la computación líquida en las plataformas de múltiples proveedores.