Comparación social

La comparación social es el acto de contrastar la propia vida con la vida de otras personas tal como se las representa públicamente. Cuando las personas creen que las vidas representadas de otros son superiores a las suyas, la comparación social puede conducir a problemas causados ​​por el miedo a perderse algo (FOMO), como ansiedad, depresión y falta de autoestima.

El término es particularmente relevante para las redes sociales. Facebook, por ejemplo, sirve como plataforma para que las personas se representen a sí mismas y sus vidas ante los demás. Sin embargo, es poco probable que esa representación se alinee muy de cerca con la vida real del individuo. Las personas tienden a crear una versión curada, ya sea consciente o inconscientemente decidiendo cómo quieren representarse a sí mismos, sus actividades, sus opiniones y sus entornos.

La mayoría de las personas publican sobre los aspectos más destacados de sus vidas, como celebraciones, vacaciones, viajes y logros, en lugar de los detalles cotidianos que conforman la gran mayoría de nuestras vidas, y mucho menos sus momentos más oscuros o menos loables. En cierto nivel, generalmente entendemos que lo que vemos en las publicaciones de otros son aspectos destacados en lugar de un reflejo del todo. Sin embargo, a menudo comparamos nuestra propia vida real con una versión idealizada de la vida de los demás, basándonos en sus publicaciones, lo que puede generar sentimientos de inferioridad. Al mismo tiempo, aquellos cuyas personas en línea contrastan marcadamente con la realidad también pueden sufrir una pérdida de autoestima. Los comentarios, los me gusta y las acciones compartidas de Facebook también sirven de base para las comparaciones.

El psicólogo social Leon Festinger desarrolló la teoría de la comparación social en la década de 1950. Según Festinger, la comparación social es un mecanismo natural para el desarrollo de la autopercepción.