Un gasto de capital (Capex) es dinero invertido por una empresa para adquirir o actualizar activos fijos, físicos, no consumibles, como un edificio, una computadora o un nuevo negocio. Generalmente, hay dos tipos de gastos de capital: compras realizadas para mantener los niveles de operación existentes dentro de una empresa y compras destinadas a fomentar el crecimiento futuro.
Un gasto de capital puede ser tangible, como una fotocopiadora, o intangible, como una patente. En muchos códigos tributarios, los gastos de capital tanto tangibles como intangibles se cuentan como activos porque tienen el potencial de venderse si es necesario.
Para calificar como gasto de capital, la utilidad de un activo debe exceder un año. En los Estados Unidos, la duración de la depreciación se basa en la cantidad de años que es probable que el activo sea útil. Por ejemplo, si una empresa compra una flota de servidores para su centro de datos, el valor se depreciaría durante un período de cinco años.
Capex se puede comparar con Opex, que significa gasto operativo. Los gastos operativos se utilizan durante el mismo año fiscal en que se compran. Si una empresa decidiera gastar dinero con Amazon Web Services (AWS) en lugar de comprar servidores, ese gasto sería operativo y solo podría deducirse durante el año en cuestión.
Ver también: gestión de activos empresariales (EAM), gestión de costes, empresa adaptativa, planificación de capacidad, análisis de impacto empresarial (BIA)