Una aplicación paralela es un programa de software que no es compatible con el departamento de tecnología de la información (TI) de un empleado.
En el pasado, las aplicaciones ocultas solían ser instaladas localmente por empleados impacientes que querían acceso inmediato al software sin pasar por los canales corporativos normales. Sin embargo, con el crecimiento del software como servicio (SaaS) y la computación en la nube, el significado se ha expandido para incluir software de consumo de terceros al que se accede a través de Internet.
Skype, Lucidchart, Dropbox, Google Spreadsheets, Docusign y CloudOn son aplicaciones de sombra populares. Aunque muchas aplicaciones ocultas pueden mejorar la productividad y la colaboración con un costo financiero mínimo o nulo para la empresa, su uso conlleva riesgos. Si un empleado accede a una aplicación en la nube con su cuenta personal, por ejemplo, los datos corporativos pueden ponerse en riesgo o incluso perderse si el empleado deja la empresa. Las aplicaciones ocultas también pueden causar problemas de ancho de banda en la red corporativa, ralentizando las cosas e impactando la productividad de todos.
Para evitar problemas, un departamento de TI debe contar con un proceso de auditoría de servicios para inspeccionar los paquetes salientes y verificar la propiedad de los servicios propiedad de la empresa en la nube. La organización también debe tener una política que requiera que los empleados usen cuentas corporativas para aplicaciones basadas en web y restrinjan los privilegios de red para que los usuarios finales no puedan instalar software localmente. Si un grupo grande de empleados está usando una aplicación en la nube en particular, el departamento de TI debe considerar brindar el servicio en casa y, finalmente, el departamento de TI debe educar a los empleados sobre el valor de los datos corporativos y los riesgos que presentan las aplicaciones ocultas.
Véase también: TI en la sombra, TI deshonesta